Hoy nos hemos dedicado a cortar jamón. Como los experimentos se hacen con gaseosa... nuestro jamón tampoco era un pata negra... pero al menos nos ha servido para introducirnos en el corte de esta magnífica comanda. Hemos aprovechado los trocitos peores para hacer unas croquetas de jamón y también hemos aprovechado el tiempo, elaborando los "picos", un poquito de pan, que no le va mal al jamón.
Nuestro y nuestras chefs en acción:
Para las crocetas, hemos hecho una bechamel, friendo una cucharada de harina en aceite de oliva y una vez que no tiene grumos, le añadimos leche. Hervimos y sin dejar de dar vueltas, hasta que se hace una masa espesa. Si el jamón no está salado, le ponemos un poquito de sal.
Una vez tenemos la bechamel, añadimos el jamón y unos huevos duros a trocitos y dejamos enfriar. Cuando está frío montamos las croquetas con dos cucharas y pasamos por huevo y pan rallado. Sólo nos queda freír con aceite de oliva caliente.
Tienen mejor pinta las croquetas que el jamón
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