Día 6: Patatas y pimientos (II)

Es el segundo día que trabajamos con pimientos y patatas. Nos enfrentamos a dos platos: patatas asadas rellenas de brandada de bacalao y pimientos rellenos de tortilla de patatas. Con las "sobras" nos han salido unos buñuelos de patatas y bacalao, ¡estupendos!.





Hemos ido elaborando los dos platos a la vez.

Para empezar hemos desmigajado el balacao (partimos de bacalao salado, que hemos tenido en agua dos días en el frigo, cambiándosela varias veces).




Para las patatas rellenas de bacalao, hemos asado previamente las patatas en el horno, envueltas en papel de aluminio para que no pierdan agua. (Por supuesto, muy bien lavadas ya que van con la piel).

Ha de quedarse algo enteras ya que volverán pronto al horno.

Al tiempo que se iban asando las patatas, para los pimientos rellenos de tortilla, hemos preparado patatas como si hiciésemos una tortilla normal. Pelar patatas, cortar y freír. También le hemos añadido un poquito de cebolla. La hemos puesto en la sartén una vez que las patatas ya estaban un poquito blandas.

También teníamos los pimientos limpios y preparados para introducir la tortilla (por supuesto, antes de cuajar). Hemos añadido los huevos cuando las patatas fritas estaban algo frías, para evitar que se cuaje el huevo.

Con los huevos batidos y las patatas frítas con cebolla, base de la tortilla, rellenamos los pimientos, intentando que queden sin aire.

Una vez rellenos pasamos al horno. Se cuajará la tortilla dentro y se asarán los pimientos.

Una vez sacados del horno, sólo hay que emplatar. Podemos hacerlo cortando el pimiento en rodajas grandes.






Nos encontramos con un simple pincho de tortilla, pero el pimiento le da un toque muy original.

 

 Algunas veces, las cantidades no nos cuadran. En nuestro caso había "escased" de pimientos por lo que nos ha sobrado para hacer alguna tortilla, de las de toda la vida...  (Feli, toda una maestra).









Recuperamos el plato de las patatas rellenas. Tenemos ya las patatas asadas, un poquito enteras.



Partimos por la mitad y vaciamos dejando la carne de patata que sacamos para usar después.

 La mitad de esta carne del corazón de la patata (que no está muy hecha) la utilizaremos con el bacalao y la otra mitad, la usaremos para hacer unos buñuelos.



En una sartén con un poco de aceite, sofreímos el bacalao que tenemos desmigajado, para que pierda el agua (estaba en agua para desalar).

Añadimos la leche y la mitad de la carne de patata que hemos sacado al vaciarlas.


Hay que ir dando vueltas de forma constante para que vaya reduciendo la leche, hasta que conseguimos una pasta más o menos espesa, con la que rellenamos las patatas. Con colmo, para que luego queden bien al horno.

Una vez rellenas, las llevamos de nuevo al horno hasta que se gratinan un poquito por arriba.

 Las patatas salen estupendas así, pero también saldrán bien si le ponemos por encima un poquito de mayonesa o ajo suave antes de hornear.

 Como nos ha sobrado algo de patata asada y un poquito de la brandada de bacalao, hemos aprovechado y hemos hecho unos buñuelos. En una sartén hemos añadido las sobras de la brandada, la patata asada y leche en abundancia. Hemos reducido (vamos, que hemos repetido la brandada, pero con menos bacalao) hasta conseguir una masa que pudiésemos moldear. Hemos hecho bolitas y rebozadas con pan rallado, las hemos sofrito en aceite de oliva.